Wendy Ann Greenhalgh
Bienestar
Otro libro muy simpático de la colección de mindfulness de Siruela. Como dibujar ha sido mi hobbie durante mucho tiempo (ahora estoy en una pausa larga e indefinida), me apetecía leer algo así.
Al igual que los otros a los que colmé de halagos (la lectura y el regreso a la naturaleza), en este hay bastantes ejercicios muy bien descritos de mindfulness mientras dibujamos, desde paisajes, objetos inanimados a retratos.
También tiene unas bonitas palabras para hacer frente a nuestro crítico interior (que me recordó a veces a lo del síndrome del impostor) relacionado tanto con nuestro dibujo a sobre nuestro físico y nuestra autoestima.
Luego, que confirme lo que yo pensaba, que lo de la mente centrada al mismo tiempo en la mano, el ojo y el cuerpo en si al dibujar (y dibujar ojo-mano a la misma altura) ayuda mucho a calmarnos y a sentirnos mejor dentro del dibujo.
¿Lo recomiendo? Si, me ha gustado muchísimo y repito que tiene muchas actividades de dibujo con atención plena. Los que más me molaron fueron los de prestar atención a la naturaleza para dibujar.
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