Richard Gilpin
Bienestar
No lo puedo evitar, me leí este libro del tirón justo después de terminar el anterior (Música y meditación) y apenas me duró unos pocos días (para bien, porque entraba solo, aunque es una colección de pocas páginas y lectura en calma).
En el primer capítulo nos explica que es la ansiedad, de qué o cómo surge y nos propone alguna actividad para saber o reconocer cuales son nuestros desencadenantes y como la sentimos en el cuerpo cuando nos llega. Decir también que el autor parece ser terapeuta (y practicante de meditación), así que sabe de lo que habla, y se nota.
También tiene un pequeño recuadro con los "tipos de ansiedad": trastorno de ansiedad generalizado, fobia específica, trastorno de pánico, agorafobia, trastorno de ansiedad social, ansiedad relacionada con la salud (pensé en la hipocondría...), trastorno obsesivo-compulsivo y por último, trastorno dismórfico corporal (jamás lo había escuchado; al parecer es una preocupación excesiva por la propia apariencia).
Muy habitual en la meditación o en la conciencia plena es no juzgar los pensamientos que lleguen y no reprimirlos, sino observarlos (poco a poco lo voy consiguiendo en mi caso), y pone una alegoría bastante buena: los que observan los trenes. No intentan frenarlos, acelerarlos, pararlos, cambiarlos... solo observan los detalles de como vienen y van, los vagones (lo que representa la mente y sus complejos pensamientos variantes), lo que transportan... Y me ha gustado.
En uno de los capítulos finales le dedica una crítica muy sincera y directa a "la industria del mindfulness", que se ha separado totalmente de su esencia y es lo que provoca que a veces rechace 'el mindfulness' cuando sale en libros masivos, vendehúmos, influencers, empresas, charlas de coaching... porque no han entendido nada. En general he subrayado un montón de cosas.
El intento de la mente de controlar lo incontrolable conduce a la persistencia de aquello con lo que está batallando.
"Ser" consiste en estar presente. Es la vivacidad que sientes al prestar atención de manera decidida a lo que está sucediendo ahora.
Consiste sobre todo en una particular forma de prestar atención, una atención que es virtuosa por naturaleza, porque atender a algo, a cualquier cosa, es VALORARLA.
Vaciada de sentido, desollada de buena voluntad, la conciencia plena utilizada con fines explotadores o agresivos sólo tiene de mindfulness el nombre. Esto resalta lo fácil que es malinterpretar la sutil y polifacética naturaleza de su práctica.
Todo cuanto se pone de moda es susceptible de diluirse y corromperse.
Desarraigada de sus cimientos éticos, la conciencia plena se puede utilizar en teoría para cualquier iniciativa humana, desde el asesinato y el robo hasta la cata de vinos y el golf.
¿Lo recomiendo? Pues claro, clarísimo que sí. Que ya tenga la crítica al "McMindfulness" (de hecho hay un libro de eso que tengo fichado...) ya hace que haya subido más puntos de los que ya tenía. Tiene otro libro el autor en la misma colección, no creo que tarde mucho en leerlo.
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