El arte de vivir más lento
José Mendiola, Ana González
Bienestar
Tenía muchas ganas de leer algún libro sobre el movimiento slow y en la biblioteca encontré éste, pero eso sí, me ha terminado decepcionando bastante.
No me parece malo en si, pero es bastante corto. Tiene más de las anécdotas y vivencias personales de los dos autores que del movimiento slow propiamente dicho, y dudo mucho que como tal el movimiento solo sea un par de "ten en cuenta tus valores" o "tira lo que no necesites" (ejercicios del Ikigai o del minimalismo, por ejemplo). No sé, esperaba más.
Otra cosa que me enervó un poco es que algunas "desconexiones", períodos de descanso o reflexión y hacer x actividades de forma "slow", solo lo puedes hacer si tienes un buen colchón económico o algo de ahorro. Como te toque "sobrevivir para trabajar y un mínimo de vivir", como la mayoría de mortales, estás en la mierda, porque muchas cosas no podrás hacerlas por tiempo, dinero, esfuerzos o por salud mental. Me ha parecido un poco fallo, porque los autores daban a entender que cualquiera puede y no, no cualquiera puede.
¿Que la naturaleza es importante? Ve a la naturaleza si no hay ni parques verdes cerca de tu casa. Aja, pero si tengo que pagarme billetes de tren para ir (o vivo aislado sin vehículo propio) cada fin de semana igual no me sale tan a cuenta, no digamos ya si tengo que hacerme cargo de algún familiar enfermo. Y muchos otros.
Algunos comentarios al respecto y profundizando en esa parte o adaptar el movimiento slow (que lo dicho, el texto dedicado a esto y sus beneficios es demasiado corto) a los distintos bolsillos hubiese estado mejor. Al final, corto y con poco de lo que yo buscaba.
No sé si recomendarlo, porque malo del todo tampoco me ha parecido. Igual fueron mis expectativas...

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