Creía que solo me pasaba a mí

Creía que solo me pasaba a mí (pero no es así)

Brené Brown

Autoayuda

Tenía fichado leer algún libro de la autora por varios motivos, y coincidió que en la biblioteca apareció éste ante mis ojos de una forma muy casual. Y allá que fui, claro que sí, aproveché. 

Voy a escribir sobre lo principal respecto a la vergüenza más que el supuesto método para librarse de la misma (una serie de actos o virtudes para desarrollar la resiliencia a la vergüenza), que coincide en los primeros capítulos.

También hago mención a que el capítulo 4 parece más bien una crítica a todo el mundo de las apariencias, la estética y lo social en sí (en la que estaba de acuerdo) y antes de seguir, y curiosamente menciona la empatía en el libro, es que me resultaba difícil empatizar con algunos casos expuestos: por ejemplo, para una madre le daba más vergüenza una hija divorciada que un hijo metido en la cárcel varias veces por conducir borracho. No entiendo esa vara de medir y no sé si eso significa que me falta empatía o qué... Porque era un pilar principal según la autora para hacer frente a la vergüenza: sentir empatía por una misma, pero también por las demás...

Hay cuatro emociones sinónimas: humillación, culpa, ridículo y vergüenza, pero que en su investigación apoya otros estudios que indican que son en realidad emociones totalmente diferentes. de todas formas, yo he comprendido que la vergüenza es casi como un miedo al rechazo de los demás.

Culpa y vergüenza se parecen mucho pero a la vez son diferentes: los dos son de auto evaluación, pero uno es de lo que se es (y nos "paraliza", SER) y el otro es de lo que hemos hecho (nos anima a cambiar algo, EL COMO).

Las mujeres con mucha frecuencia, viven la vergüenza como una enmarañada red de expectativas contradictorias e incompatibles que se imponen desde fuera, desde la sociedad y la comunidad (que deberíamos ser, quienes y cómo). A través de las telarañas va mostrando las doce categorías de la vergüenza a lo largo de los capítulos, pasando de la telaraña de la vergüenza a la otra cara (la resiliencia), haciendo "actos opuestos" (por ejemplo, la desconexión y el aislarse de los demás a lo contrario, abrirte a los demás y a conectar con ellos).

Siguiente, para empezar a tener resiliencia a la vergüenza hay que aprender a descifrarla, porque aparece y cómo, y también en desarrollar empatía (hacia los demás y hacia nosotros mismos). También expone que hay quienes buscan conmiseración, que personalmente nunca lo había escuchado: básicamente es "buscar el dar pena" (a veces involuntariamente, otras adrede), y deberíamos reconocer de forma sincera si a veces buscamos empatía de verdad o esa misma conmiseración.

El capítulo 4 me pareció toda una crítica la sociedad e industria actuales respecto a las apariencias e incluso, "al titulitis", y que "si tienes título parece que sabes más y puedes tener derecho a no contestar, pero si no lo tienes, tienes más presión porque tienes más miedo a responder algo que sea erróneo y te juzguen" (¿no debería ser al revés? ¿o es tema cultural de allí?).

En general me ha parecido muy interesante y me ha gustado, pero algunas tácticas para "superar esa vergüenza" no las veía algo claras a veces, probablemente por temas culturales. Me quedo más con la explicación del porqué de la vergüenza y la crítica a una sociedad que la fomenta (que fomenta la vergüenza, las falsas apariencias, el miedo, la desconexión...) que a lo demás (y a veces se me hacía muy largo, en ocasiones, demasiado), pero lo recomendaría.

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